La obesidad es uno de los grandes problemas de salud. En 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que más de mil millones de personas tienen esta enfermedad, lo que equivale a decir que una de cada ocho personas sufre de exceso de peso.
Existen una serie de alteraciones psicológicas que podemos observar con mayor frecuencia en las personas con obesidad.
Existe cierto consenso entre los especialistas, por un lado, en reservar las intervenciones farmacológicas y la cirugía para los casos más graves o resistentes; y por otro, la modificación de hábitos y del estilo de vida, que debería establecerse siempre desde un enfoque psicoterapéutico, como elemento común en todos los casos, y como tratamiento único en aquellos menos graves.
El tratamiento cognitivo-conductual empleado en todos los estudios analizados suele centrarse fundamentalmente en promover hábitos saludables de alimentación y actividad física. Los resultados indican que este tipo de intervención no solo reduce el peso u otras variables antropométricas, como el IMC, la masa grasa o la relación cadera-cintura, sino que también mejora aspectos de índole psicológica, como una mayor autoeficacia o el bienestar psicológico, así como los vinculados directamente con la salud, como la percepción de la calidad de vida.
Este programa busca alcanzar y mantener un peso saludable, así como mejorar la calidad de vida y reducir el riesgo de complicaciones. Esto mejora la salud en general y reduce el riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con la obesidad.
Héctor Lazo
El País (Uruguay)
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