Las bombas de ironía que se disparaban de un rincón al otro transmutaron a un estado de mayor gravedad. Ya no se limita a una simple pelea en el plano mediático, la guerra de Wanda Nara y Mauro Icardi derivó en un cuadro de situación sumamente delicado.
La famosa confirmó que presentó una denuncia contra su ex esposo por ejercer violencia contra su hijo Benedicto López, así como Maxi López también accionó en los tribunales. Por esa razón, la trama se tornó sumamente controversial, dado que implica la posibilidad de maltrato infantil.
En todo ese contexto, la ex conductora de Bake Off regresó de su viaje a Turquía y en el aeropuerto de Ezeiza corroboró diferentes incógnitas. En primera instancia, la mediática explicó cuándo se enteró del testimonio desgarrador de su pequeño: “Hasta el 19 (de febrero) siempre tuve buena voluntad porque desconocía la gravedad del informe escolar que se difundió en las últimas horas”.
Asimismo, Wanda aclaró que existen dos expedientes y por eso asestó: “En conjunto con Maxi no, él presentó su denuncia y yo la mía”. Y en ese sentido, la blonda detalló las indicaciones que ejecutó con su equipo de letrados: “Los abogados están trabajando en el caso. Yo hice todo lo que estaba a mi alcance”.
Así, Nara se sumergió en una confesión medular, en un dato desconocido y que implica un panorama aterrador y sombrío, dado que contó el temor galopante que sufren sus hijos ante Icardi. “Mis hijos tienen miedo de que Mauro cumpla con su amenaza y los lleve a vivir a Turquía”, manifestó.
A raíz de la posibilidad latente de una especie de rapto, Wanda explicó cuál es el método que activará para que el futbolista pueda encontrarse con sus herederos. Por eso, la famosa describió la condición: “Lo verán cuando haya garantías de que eso no sucederá”.