A FAVOR DE LA PAZ Y EL DIÁLOGO: DERRIBANDO TODA CLASE DE VIOLENCIA

(Por Lic. Gustavo Maidana) – En un momento donde la violencia parece haberse normalizado en todos los ámbitos de la sociedad, es imperativo alzar la voz para promover la paz, el diálogo y la convivencia pacífica. Desde las más altas esferas del poder hasta las interacciones cotidianas, la violencia se ha convertido en un lenguaje recurrente que divide, lastima y destruye.

¿Cómo salir de una sociedad violenta?

La respuesta no es sencilla, pero comienza con un cambio de actitud individual y colectiva. Cuando el presidente de la nación, o cualquier figura pública, utiliza un lenguaje violento para dirigirse a quienes piensan distinto, se envía un mensaje peligroso: que la violencia es legítima. Cuando normalizamos conductas agresivas, permitimos que los violentos ganen la calle y que sus respuestas sean más visibles que las de quienes buscan soluciones pacíficas.

Es momento de girar la historia. Debemos ser personas que abracen la paz, que promuevan el diálogo y que rechacen categóricamente toda forma de violencia. La violencia no es el camino, ni en la política, ni en las calles, ni en nuestros hogares.

En la Cámara de Diputados, en los medios de comunicación, en las escuelas y en los barrios, vemos cómo la violencia se ha infiltrado en todos los espacios. Frente a esto, recordamos las palabras de Jesús: “Yo soy la paz del mundo, y mi paz no es como el mundo la da”. Esta paz, profunda y transformadora, es la que debemos buscar y construir.

Llamado a la acción

Invitamos a todos los ciudadanos, líderes políticos, religiosos y sociales a unirse en este esfuerzo por recuperar la paz. Debemos:

  1. Promover el diálogo: Fomentar espacios de conversación donde las diferencias se resuelvan con respeto y entendimiento.
  2. Rechazar la violencia: Denunciar y no normalizar actos violentos, ya sean físicos, verbales o simbólicos.
  3. Educar en valores: Trabajar desde las familias y las escuelas para inculcar valores de tolerancia, empatía y resolución pacífica de conflictos.
  4. **Ser ejemplos Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de actuar con paciencia, comprensión y amor hacia los demás.

La paz no es solo la ausencia de conflicto, sino la presencia de justicia, diálogo y respeto. Es hora de dejar atrás la violencia y construir juntos una sociedad donde la paz sea el cimiento de nuestro futuro.

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