En Estados Unidos, no existe una ley federal ni estatal que establezca una edad máxima para conducir. Ningún estado obliga a los adultos mayores a entregar su licencia al alcanzar determinada edad. Sin embargo, las regulaciones vigentes sí introducen requisitos adicionales para renovar el permiso de conducción a partir de los 70 años, con foco en la seguridad vial.
El criterio legal es claro: lo que cuenta no es la edad, sino la capacidad. Por eso, cada estado regula de forma autónoma los exámenes, renovaciones y requisitos médicos que se exigen a los conductores mayores.
Según el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS, por sus siglas en inglés), una organización científica independiente, la mayoría de los estados aplica ciclos de renovación más cortos y obliga a presentar exámenes visuales o a realizar el trámite de forma presencial a las personas mayores de 70 años.
De acuerdo con World Population Review —organización independiente que analiza datos demográficos en Estados Unidos—, cada estado establece sus propias reglas y requisitos para evaluar la aptitud de los conductores mayores. Estas medidas incluyen desde renovaciones más frecuentes hasta exámenes visuales o pruebas prácticas, según el historial y la edad del conductor.
Estas disposiciones buscan equilibrar el derecho a la movilidad con la prevención de accidentes, especialmente ante el aumento de la población mayor en el país.
Cada jurisdicción adapta los controles a sus propias evaluaciones de riesgo. Algunos de los estados con políticas más exigentes son:
Según el IIHS, la efectividad de estas políticas varía. Las renovaciones presenciales y los exámenes visuales están asociados a una reducción en la mortalidad solo en mayores de 85 años. En Illinois, los exámenes prácticos redujeron los reclamos de seguros en conductores de 75 años o más, pero en Nuevo Hampshire no se registró un impacto similar.
Además, el análisis reveló que los conductores mayores suelen ser más conscientes de sus límites y adaptan sus hábitos: conducen menos y evitan manejar de noche. Aun así, no todos ajustan su comportamiento. En accidentes con personas mayores, los errores más comunes incluyen vigilancia deficiente o mal cálculo de velocidad y distancia.
Por su mayor fragilidad física, los adultos mayores enfrentan más riesgo de lesiones graves en colisiones. En muchos casos, ellos mismos o sus acompañantes —también mayores— son las principales víctimas fatales.
Estados como Iowa, Massachusetts, Montana o Carolina del Norte también aplican requisitos diferenciados según la edad. Por ejemplo:
Si bien todos los estados fijan una edad mínima para obtener la licencia, ninguno impone un límite máximo. La legislación prioriza la capacidad por sobre la fecha de nacimiento: mientras la persona demuestre condiciones físicas, sensoriales y cognitivas adecuadas, puede continuar conduciendo legalmente.