Pasó por River, Boca y llegó a estar hasta dos veces preso luego de su retiro

Muy pocos futbolistas son los que vistieron las camisetas de Boca Juniors y River Plate, los dos gigantes del fútbol argentino. Carlos Damián Randazzo forma parte de ese reducido grupo, aunque su vida fuera del verde césped lo trajo serios inconvenientes en su corta carrera.

Su trayectoria en el deporte comenzó en el «Xeneize», donde demostró un gran rendimiento, aunque los conflictos fuera del terreno de juego lo marcaron para siempre. También tuvo una gran amistad con Diego Armando Maradona, con quien no llegó a compartir cancha.

Carlos Randazzo y su paso por el fútbol

Randazzo dio sus primeros pasos como en las divisiones juveniles de Boca Juniors, club en el que debutó oficialmente en 1978 en un encuentro ante San Lorenzo. En el Club de La Ribera estuvo hasta 1981, cuando su pase a Argentinos Juniors formó parte de una operación clave que abrió las puertas a la llegada de Diego Maradona al conjunto «Xeneize».

Un año después, en 1982, Randazzo cumplió un anhelo que mantuvo desde chico: jugar para River Plate. No obstante, su paso por el «Millonario» fue breve y sin pena ni gloria, debido a las escasas oportunidades y un rendimiento que no terminó de convencer ni al cuerpo técnico ni a los hinchas. Por este motivo, regresó a Boca para una segunda etapa que se extendió hasta 1984.

Pero su disciplina fuera del campo nunca marcharon bien. Los problemas personales y algunas decisiones equivocadas comenzaron a eclipsar su carrera. A los 25 años, y con un futuro que prometía mucho más, Randazzo optó por alejarse del fútbol de manera definitiva.

Su vida después del retiro

Tras su retiro, la vida de Randazzo fue turbulenta. En 1993 estuvo preso casi un año, acusado de homicidio, y en 2005 fue absuelto en una causa por drogas. Con el tiempo, se alejó de los conflictos y hoy vive tranquilo en el sur, donde maneja un gimnasio y mantiene un perfil bajo.