(Pablo Roma, Gremiales) – Argentina enfrenta una crisis laboral sin precedentes, donde más del 42% de la población ocupada trabaja en condiciones informales, según datos del INDEC y la OIT . Esta situación afecta especialmente a jóvenes y mujeres, con tasas de informalidad que superan el 65% y 71% respectivamente .
En este contexto, el gobierno de Javier Milei ha firmado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 20.000 millones de dólares, que incluye condiciones como la flexibilización de las relaciones laborales . Estas medidas recuerdan a las políticas neoliberales de los años 90 y principios de los 2000, que resultaron en mayor precarización laboral y crisis económicas .
La OIT ha alertado sobre las altas tasas de empleo informal y la precariedad en América Latina, destacando que, a pesar de algunos avances, la informalidad laboral sigue siendo una característica predominante del mercado de trabajo en la región .
Las reformas propuestas por el FMI, que incluyen cambios en los esquemas de contratación y el pago de salarios, podrían agravar la situación de los trabajadores informales . Además, se plantea una flexibilización laboral extrema, con despidos sin indemnización y contratos sin estabilidad .
Es fundamental que las autoridades y la sociedad civil consideren el impacto de estas medidas en la población más vulnerable y busquen soluciones que promuevan la formalización del empleo sin sacrificar los derechos laborales.