El ex ministro de Producción y ex legislador nacional, Jorge Vara fue entrevistado por El Radar, que se emite todos los domingos de 11 a 13, por InfoD radio con la conducción de Facundo Sagardoy.
En ameno diálogo con el periodista, el ingeniero afirmó que el desarrollo sostenible del país requiere fortalecer la producción interna, con políticas de fomento a largo plazo que integren al campo, la industria y la tecnología, garantizando estabilidad y previsibilidad.
En ese sentido, advirtió que una eventual apertura del cepo cambiario con un tipo de cambio bajo podría generar un impacto negativo en la competitividad de los sectores productivos, especialmente aquellos ligados a las economías regionales y defendió la posibilidad de articulación con Europa como una oportunidad estratégica para potenciar las exportaciones.
Así se desarrolló parte de la conversación:
¿Qué impacto puede tener una eventual apertura total del cepo cambiario en las economías regionales? Ya existe esta franja de 1.000 a 1.400 pesos.
-Yo le puedo asegurar que, si como declaró el Presidente, vamos a llevarlo más al piso que al techo y acercarnos a los 1.000 pesos, para exportar va a ser un problema serio y los costos argentinos están muy altos. La industria, creo que, directamente no va a poder competir, y del agro hay sectores que pueden competir con ese número y otros que directamente no quedan habilitados para competir. Me parece que lo del tipo de cambio está bien. En todo caso, considerarlo un tipo de cambio bajo, considerarlo más necesario para salir de las cuestiones de la macroeconomía… bueno, sí, está bien porque estamos ante un tema transitorio, pero pensar que vamos a competir de esa manera, me parece que puede haber un error. Y el enfoque productivo de la política hoy no está muy claro. De la política productiva, me refiero, perdón.
EXPORTAR EN
LA NUEVA FRANJA CAMBIARIA
Desde su experiencia legislativa, ingeniero, ¿cree que es viable caminar hacia una unificación cambiaria en el corto plazo?
-Sí, eso es necesario, porque además si se analiza, son muy pocos los países que tienen diferenciales en distintos tipos de cambio como Argentina. Así que eso es volver a la normalidad. Yo creo que en eso, no digo todos, pero la mayor parte de los bloques van a estar de acuerdo. Está claro que a eso hay que llegar. Después hay que ver por qué camino te vas, qué lapso, qué tiempo. Ahí puede haber algunas diferentes opiniones, pero lo cierto es que a eso hay que llegar. Eso yo creo que nadie, o no digo nadie, pero la mayoría, me parece que puede haber acuerdo en eso. Hay poca predisposición de lograr acuerdo. Me da la impresión. Yo salí cuando el Presidente ingresa. Yo ya terminé mi mandato exactamente el día anterior. Cuando asume el 10, yo el 9 terminé mi mandato. A mí no me tocó. Me tocó sí dos años compartir con él en la Cámara. De mis cuatro años, en la segunda etapa mía, dos años era diputado, él y la vicepresidenta Victoria Villarruel. Ahí los conocí, pero no tanto tampoco. Mi referencia en el manejo, en lo que hacen, sobre todo a diputados, eventualmente a algunos senadores amigos, son colegas, pero no lo viví desde la Cámara, lo viví en la presidencia.
«La salida está en producir y exportar más»
¿Cómo ve la relación entre la presión fiscal y el tipo de cambio y la rentabilidad para el productor?
-La presión fiscal obviamente que tiende a bajar. Yo creo que la política del Gobierno es esa. No esperen nomás, que estén tranquilos, con este tipo de cambio se puede competir, vamos a bajar la presión fiscal. La verdad que es correcta también esa apreciación. Lo que no sé es si va a ser suficiente. Es decir, yo creo que la cosa es así: en realidad, hacía falta que ingresen dólares. Entonces hay dos formas de ingresarlos: una es que produzcas riqueza y exportes, y otra es que te presten. Evidentemente el Gobierno, en la fase inicial, eligió recibir préstamos. Porque hoy hay una serie de cosas que se pueden hacer. Entre ellas, la flexibilización en el cepo, que todavía no fue levantado, pero que aparentemente va camino a eso, porque están ingresando dólares, pero te los están prestando, no los estás produciendo vos. Es bueno, en un momento, decir: «Bueno, vamos a generar nuestra riqueza, vamos a exportar y vamos a inundar la plaza de dólares», y se termina el problema. Pero para eso hay que exportar. Hoy yo no veo condiciones para una explosión exportadora en Argentina. Soy sincero.
¿Qué medidas consideró urgentes en ese sentido para destrabar el potencial exportador del agro?
-Bueno, en la Argentina el flete es caro, y por eso siempre insistíamos en abaratar el flete. Tampoco descuidaría el ferrocarril, sobre todo sobre la costa del Uruguay, que es donde tenemos los mayores volúmenes. Para referencia de la gente, el Urquiza, que va por la 14, ¿no? El Urquiza venía a Corrientes. Yo no creo que hoy sea esencial que un tren llegue a Corrientes, pero sirve para la recuperación de toda esa gran franja de la costa del Uruguay, para atraer el ferrocarril, y de la zona Oeste de la provincia, para atraer los puertos. Bueno, muy avanzado el puerto de Ituzaingó, y yo retomaría el de Lavalle. Por su ubicación es estratégico, y, además, de gran calado, ¿no? 60 pies de calado como para poder salir. Abaratar flete es ganar competitividad, pero no puedo decir que eso sea suficiente, digamos. Pero bueno, es una de las medidas. Y, además, siempre insistimos mucho en las exportaciones, en las misiones para abrir mercados, que se lograron con muchos éxitos, digamos. Algunos éxitos, como siempre, ¿no? Hay que jugar y aceptar también el fracaso para tener éxito. Es porque yo creo en eso. Yo creo que la salida no está en seguir pidiendo prestado, sino la salida está por producir más y exportar más, porque creo que podemos hacerlo. Yo en eso soy productivista. Y creo que hay que exportar. Argentina puede exportar mucho más de lo que exportamos. Puede haber una explosión de exportadores. Hoy, con las reglas actuales, no. Pero bueno, hay que tener paciencia. Lo llevo a otro gran proyecto que fue impulsado por el Gobierno, así en esos términos, como un gran proyecto para la producción, debido a lo que implicaría en cuanto a repatriación de capital, etcétera.
El Rigi, ¿beneficia o amenaza a las economías regionales?
-No, lo que pasa es que solamente se aplica a grandes inversiones. Entonces, si usted tiene una economía donde no es figura de esas grandes inversiones, queda fuera del esquema de beneficios. Por otro lado, tiene una altísima carga impositiva al agro, tiene que seguir pagando retenciones. Por otro lado, hay otro sector al cual se lo va a beneficiar mucho. Puede parecer injusto. De todas maneras, el objetivo no es ser injusto, sino atraer inversiones grandes que solucionen rápido problemas de inversión, también de exportaciones, por ejemplo. Tiene que tocar todo. Y la verdad es que hay muchas economías regionales que hoy, en estas condiciones, no van a lograr desarrollarse.