El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, denunció el viernes que China ha »violado totalmente» un acuerdo comercial preliminar alcanzado recientemente, y sugirió que tomará medidas en respuesta.
En una publicación en su red social Truth Social, Trump expresó su frustración con el incumplimiento por parte de China del pacto que suspendía temporalmente los aranceles recíprocos entre ambos países, y afirmó: »¡Tanto por ser el Sr. AMABLE!».
El acuerdo, sellado el 12 de mayo en Ginebra, contemplaba una suspensión de 90 días en la imposición de aranceles entre ambas naciones, incluyendo medidas sobre minerales críticos esenciales para la industria tecnológica y de defensa estadounidense.
Trump declaró que había hecho un »trato rápido» con China para evitarle una crisis económica severa causada por sus aranceles de hasta 145% sobre las importaciones chinas, los cuales, según él, habían provocado el cierre de fábricas y disturbios civiles en China.
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El Representante de Comercio, Jamieson Greer, afirmó en una entrevista con CNBC que China estaba retrasando deliberadamente la emisión de licencias de exportación para minerales raros, lo cual es totalmente inaceptable.
Esos materiales son esenciales para la producción de semiconductores, componentes electrónicos y sistemas de defensa. Esta demora ha alarmado a ejecutivos del sector automotor global, quienes advirtieron que podría producirse una escasez crítica de imanes de tierras raras, afectando la producción de vehículos en pocas semanas.
Por su parte, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, declaró en Fox News que las negociaciones comerciales con China estaban »algo estancadas» y que probablemente requerirán la intervención directa de Trump y del presidente chino Xi Jinping para avanzar. Trump también indicó que espera hablar pronto con Xi para intentar resolver el problema.
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China, a través del portavoz de su embajada en Washington, Liu Pengyu, respondió que ha mantenido la comunicación con Estados Unidos desde las conversaciones en Ginebra, pero también ha expresado su preocupación por los controles de exportación que Estados Unidos ha impuesto sobre productos sensibles como software de diseño, químicos para semiconductores y equipos aeronáuticos.
Beijing instó a Washington a detener lo que considera erróneamente como »acciones discriminatorias» y a respetar el consenso alcanzado.
Una fuente de la administración estadounidense explicó que el acuerdo de Ginebra se centraba exclusivamente en aranceles y medidas comerciales chinas, y que los controles de exportación estadounidenses no formaban parte del trato.
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El conflicto generó incertidumbre en los mercados financieros. Aunque los principales índices bursátiles cerraron sin grandes cambios, los futuros de acciones cayeron inicialmente.
El acuerdo de mayo había provocado un alivio temporal en los mercados, reduciendo los aranceles promedio a niveles de alrededor del 15%, frente al 25% registrado en abril. Aun así, no abordaba problemas estructurales más amplios, como el modelo económico estatal y orientado a la exportación de China, una de las principales quejas de Estados Unidos.