Luego de que la Justicia norteamericana solicitara a Google que se deshiciera de su navegador Chrome para “reducir su dominio en las búsquedas en línea”, la compañía instó a un juez a que “deje de lado” la idea, al argumentar que el pedido “va mucho más allá de las potestades legales que le competen al tribunal”. Los argumentos de ambas partes fueron presentados por sus abogados ante el magistrado Amit Mehta, quien consideró que deben aplicarse «resarcimientos» a diversas compañías en contra de Google por sus “prácticas monopolicas en las búsquedas en la web”.
En esta línea, los letrados del gobierno estadounidense solicitaron al juez que ordene a Google deshacerse del navegador Chrome, con el argumento de que la inteligencia artificial (IA) está “a sólo pasos” de intensificar el dominio de la compañía. A su vez,exigieron que se excluya a Google de acuerdos con socios como Apple y Samsung para incluir su buscador en sus dispositivos para la venta al público, tema que resulta central en el caso.
Las semanas de audiencias para que los involucrados prestaran sus testimonios fueron tres. Quizás pocas, pero intensas. Ahora, el nuevo argumento esgrimido y puesto sobre la mesa es otro, no tan nuevo, pero sí poderoso: cuestiones de derecho. Para esto, presentaron sus alegatos ante Mehta en un tribunal de Washington.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
John Schmidtlein, abogado de Google, declaró al juez que no se había presentado ninguna prueba que demostrara que los usuarios habrían optado por un motor de búsqueda diferente si no se hubieran firmado acuerdos de exclusividad.
Por su parte, el defensor señaló que, sin contrato con el gigante tecnológico, la compañía de teléfonos celulares Verizon instaló Chrome en los smartphones a pesar de que el gigante posee una parte minoritaria del buscador Yahoo!.
Un acuerdo de tecnología de IA de Google quedó bajo un escrutinio antimonopolio
De los casi 100 testigos que desfilaron por los pasillos del tribunal, ninguno expresó que «si hubiera tenido más flexibilidad, habría instalado Bing«, el navegador de búsqueda de la competidora Microsoft, argumentó el abogado de Google al juez. Asimismo, señaló que más del 80% de los usuarios de Chrome son de fuera de Estados Unidos, lo que implicaría que la desinversión pueda tener consecuencias globales.
De su lado, el abogado del Departamento de Justicia estadounidense, David Dahlquist, replicó que Apple, a la que se le pagaron miles de millones de dólares para convertir Chrome en el navegador predeterminado de los iPhone, «solicitó repetidamente más flexibilidad», pero Google se la negó. La compañía tecnológica sostiene, por su parte, que el gobierno federal de Estados Unidos “fue mucho más allá” de sus potestades al dejar abierta la opción de forzar la venta de su sistema operativo móvil Android.
IA, el dilema que viene
En Silicon Valley hay una idea que empieza a repetirse con más fuerza que nunca: la inteligencia artificial está a punto de tomar el primer trabajo del mundo tech. No el más alto ni el más complejo, sino el escalón inicial: el de los desarrolladores junior. Lo dijo sin rodeos Jeff Dean, durante el evento AI Ascent 2025. Para él, en menos de un año, los modelos serán capaces de escribir código, leer documentación, testear, corregir errores y aprender del proceso. Una especie de programador en versión máquina.
La advertencia no llega en un contexto cualquiera. Las grandes tecnológicas llevan varios trimestres recortando personal, y los primeros en irse suelen ser justamente los juniors. Ahora, además de competir con otros candidatos, los jóvenes deberán medirse con modelos que no se enferman, no piden aumento y que aprenden más rápido que cualquier bootcamp intensivo.
Pero no todo es apocalíptico, al menos no por ahora. El propio Dean aclaró que la IA todavía no tiene lo que sí poseen los humanos con experiencia: criterio, intuición, la capacidad de leer entre líneas. Eso que no está en los manuales. Así y todo, el mensaje quedó flotando como una advertencia: si el primer peldaño de la escalera empieza a desaparecer, ¿qué queda para quienes recién quieren empezar a subir?
TC