«Paredes y alguno más”. La afirmación salió desde la intimidad de la concentración de Boca en las primeras horas del plantel en su regreso al país, tras la eliminación del Mundial de Clubes.
Ese alguno más, sin embargo, tiene también precisiones. Porque más allá de que al mercado de pases le queda bastante y que también el trabajo a nivel papeles tiene como prioridad cerrar definitivamente la llegada del Campeón del Mundo, Miguel Ángel Russo ya tiene claro el diagnóstico del plantel que dirige. Y en pos de completarlo, la primera sentencia es similar a una falencia que ya se sintió en procesos anteriores: la ausencia de un volante por derecha puro, con presencia pero de recorrido y con llegada.
¿El nombre? Todavía es una incógnita, aunque por los antecedentes no sería raro que surgiera de alguno de los volantes buscados en los últimos mercados de pases.
Miguel busca un volante por derecha más para el segundo semestre de 2025 (Reuter).
Claro, con los esquemas de estos tiempos esas características no son muy comunes de ver en los equipos, y por eso Boca pudo prescindir en todo este tiempo de un 8 clásico. Tal vez lo más parecido que tuvo haya sido Cristian Medina, porque ni siquiera Pol Fernández en la evolución de los años terminó jugando en ese puesto.
Y así como ahora sumó a Malcom Braida para que haga ese trabajo por el flanco opuesto, la poca respuesta que Kevin Zenón (¿quedará relegado por el ex San Lorenzo? ¿Estarán a la espera de una oferta?) ofreció cambiando su perfil deja en evidencia que la prioridad no está mal apuntada.
Ante la falta de variantes en ese puesto, Zenón por momentos ocupó la banda derecha. No lo siente (Fernando de la Orden).
DE ESQUEMAS Y NECESIDADES
Esa búsqueda podría estar anunciando que el esquema que se viene con Miguel es más un 4-3-1-2 o hasta un 4-4-2 que el 4-3-3 que se utilizó mayormente en los ciclos de Jorge Almirón, Diego Martínez y Fernando Gago: ciclos en los que los volantes eran mas bien internos.
UNO QUE NO SE ADAPTÓ
Al margen de ello, en el mercado de invierno de 2024 uno de los refuerzos llegó con el desafío de adaptarse a ese hueco: Tomás Belmonte, un 5 clásico.
Belmonte es más volante central que 8. Rindió más de 5, sin dudas (Fernando de la Orden).
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