Conducir en cualquier parte de Estados Unidos significa una responsabilidad, y aunque algunas entidades autorizan a los indocumentados a través de una licencia de conducir especial, no están exentos de cometer una infracción de tránsito. De acuerdo con abogados, existe una falta que puede llevar a los migrantes a la deportación.
Kathia Quirós, abogada de inmigración, explicó a Telemundo que un migrante sin estatus legal en Estados Unidos, que conduce bajo la influencia del alcohol, “comete un grave error”, ya que actualmente la acción representa un gran riesgo.
La especialista señala que a un ciudadano naturalizado no le pueden quitar la ciudadanía por haber cometido una infracción de este tipo, o por reincidir un par de veces, pero la situación es distinta para los indocumentados. “En el momento que comete un DUI se expone a ser detenido por las autoridades, y una vez que ICE lo coloca en un centro de detención, usted es considerado un peligro para la seguridad pública”.
Además, conducir alcoholizado puede ser una forma definitiva de acabar con las posibilidades de hacerse residente legal, para cualquier persona que haya cometido un DUI o que se haya declarado culpable, detalla la legista.
“Una condena por DUI puede ser más que un simple asunto penal para inmigrantes indocumentados y no ciudadanos; puede convertirse en un detonante directo para un proceso de deportación”, advierte el despacho de abogados de inmigración Portner & Shure, PA.
Los expertos en leyes precisan que las agencias de inmigración pueden considerar esta acción una señal de desacato a las legislaciones del país y la seguridad pública, lo que las impulsa a iniciar acciones de expulsión. Los casos se complican al combinarse con otros factores, como infracciones migratorias previas o cargos penales adicionales.
Durante el proceso de deportación se examinan varios factores para determinar el resultado del caso:
Driving Under Influence es el acrónimo de DUI y se refiere a conducir en estado de ebriedad. En tanto, también existen otras siglas, DWI, que son las iniciales de Driving While Intoxicated (DWI). Los dos términos implican manejar luego de consumir alcohol, drogas u otras sustancias.
De acuerdo con Justia, un sitio web especializado en información legal, cada estado prevé las sanciones para las condenas por DUI. La mayoría dan cierta libertad para una primera infracción y permiten que se impute como delito menor, pero las consecuencias “pueden ser importantes en caso de condenas múltiples y cuando existen factores agravantes”.
Las sanciones que una persona puede enfrentar en Estados Unidos si es declarada culpable de conducir alcoholizado son: prisión, multas, evaluación y tratamiento obligatorios de alcohol, servicio comunitario y libertad condicional.
El sitio señala que conducir bajo los efectos del alcohol es costoso, ya que las multas pueden variar entre 500 y 2000 dólares o más, según el estado, incluso por la primera infracción.
Por su parte, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras explica que los cargos van desde delitos menores hasta graves y las sanciones por conducir bajo los efectos del alcohol pueden incluir también la revocación de la licencia de conducir.