Crece la preocupación en Mendoza por la importación de tomates de Chile y China. Es que la industria mendocina, motor económico en el Valle de Uco, en Mendoza, atraviesa una difícil situación que pone en riesgo la continuidad de su producción, debido a que llevó a la industria a pagar valores similares a los de 2024, sin tener en cuenta la inflación y el incremento de los costos
Uno de los factores es el ingreso de productos importados. Según sostienen desde el sector, el producto extranjero llega a ser entre un 10% y 15% más barato, lo que resulta clave en un mercado donde el precio define la continuidad de muchos productores, aunque es de menor calidad.
Esto pone en riesgo la continuidad del cultivo de tomate, porque el mercado se va a abastecer con pasta importada, que fracciona y luego vende en góndola al consumidor.
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Otra dificultad es hacer frente a los costos de los servicios de cosecha. En este nuevo contexto, la falta de previsibilidad y herramientas financieras pone a los productores en una situación de desventaja estructural.