Perniciosos hábitos digitales

Las pantallas llegaron para quedarse por lo que no podemos relajar las pautas y controles que como adultos convendrá imponer para protegernos y proteger a los menores según la edad. Haber pasado en un corto tiempo de un aparato de TV por hogar a que cada integrante tenga acceso incluso a tres pantallas distintas ha significado una verdadera revolución que se inicia muy tempranamente.

Un estudio de 2017 del pediatra alemán Peter Winterstein arribó a interesantes conclusiones. Evaluó dibujos de unos 2000 niños de entre 5 y 6 años considerando la cantidad de horas que pasaban ante el televisor. Detectó así significativas diferencias entre el desarrollo intelectual y emocional de quienes se exponían menos de una hora y más de tres al día: los de los primeros eran notablemente superiores. Pero el tiempo no es la única variable. El tipo de contenido también importa. Los programas que presentan un ritmo con transiciones rápidas, mayor estímulo para el cerebro, generan más alteraciones en los chicos que aquellos con menos cambios de plano o que incluyen imágenes de la realidad.

Aquellos niños hoy ya son adolescentes. Un informe del Ministerio Público Tutelar (MPT) de la ciudad de Buenos Aires ahondó en sus hábitos digitales. Nueve de cada diez usa el celular en su tiempo libre y suman más de tres perfiles en redes sociales, a veces incluso dos en cada una. Más de la mitad reconoció quedarse más tiempo del previsto conectado, desatendiendo así otras tareas y obligaciones.

En medio de esta transformación, hemos pasado a celebrar el Día de las Redes Sociales cada año para generar conciencia sobre sus riesgos. En ese contexto, el MPT lanzó una campaña audiovisual con una clara advertencia: “Que estén en casa no significa que estén seguros”. Tres piezas abordan tres temáticas claramente diferentes: apuestas online, ciberbullying y adicción al celular. Es que el hogar ya dejó de ser un lugar seguro, al igual que la escuela, cuando los dispositivos se han vuelto puerta de ingreso, entre otras cosas, a las apuestas online.

En 2024, el MPT realizó una encuesta que reveló que el 66% de los adolescentes de la ciudad de Buenos Aires sufrió o conoce a alguien que padeció bullying, un tema sobre el cual tienden, en la mayoría de los casos, a no hablar con nadie y cuyas aristas suelen ser graves.

El vistoso mundo de las redes conecta, entretiene, enseña, pero también esconde enormes riesgos que los más jóvenes pasan frecuentemente por alto y que demandan que padres, docentes y comunidades educativas establezcan acuerdos para retrasar el momento de entregar un smartphone, experiencias que se repiten con éxito en distintos lugares, al igual que campamentos detox. Formarlos adecuadamente para la ciudadanía digital es imperioso.

Cambios de humor o comportamiento, alteración del sueño, ansiedad, baja de rendimiento escolar, cambio de intereses y mentiras pueden ser señales tempranas a las que los adultos a cargo deben estar atentos para evitar que escalen. Mucho más también al uso del dinero asignado, a la aparición de bienes sin explicación, entre otros asuntos de relevante importancia.

La atención y la escucha genuina e interesada, pero también capaz de ver más allá y de no ahuyentar, son tan necesarias como el ejemplo. Padres atrapados por su propia dependencia de pantallas no tendrán espacio para el diálogo o la detección de situaciones anómalas. El papel de los docentes y su capacitación en estos temas se ha vuelto también fundamental para que puedan abrirse espacios de intercambio y participación que puedan dar cobijo a estas problemáticas. Todo lo que hagamos en esta dirección sabe a poco cuando el vértigo tecnológico amenaza con atropellarnos. No podemos quedarnos de brazos cruzados.

Más Noticias

Noticias
Relacionadas

El escándalo monetario que sacude a "Gran Hermano"

Después de que Agostina decidiera...

En Caseros, la alegría no tiene fin

La escuela...