En una semana dominada por la volatilidad cambiaria y financiera, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) acumuló ventas por más de US$ 700 millones en el mercado en la semana y las reservas internacionales registraron un desplome de más de US$ 1.000 millones. La incertidumbre exterior por la política comercial de Donald Trump se combinó con la falta de certezas vernácula respecto al Fondo Monetario Internacional (FMI) y propició una tormenta perfecta que agudizó la sangría de dólares.
Por sexta jornada consecutiva, el BCRA vendió US$ 196 millones en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) con un total de US$ 495 millones operados. De esta manera, el saldo vendedor semanal ascendió a US$ 730 millones y, de ampliarse el período analizable hasta el viernes pasado, el monto total trepa a US$ 1.204 millones. La última vez que la autoridad monetaria pudo hacerse de divisas en el canal oficial fue el jueves 13 de marzo y en el mes el rojo acumulado alcanza los US$ 580 millones.
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Continúa el drenaje de reservas del Banco Central
Esa dificultad para conseguir dólares en el MULC se tradujo en un drenaje de las reservas. A partir del viernes negro de la semana previa, las tenencias brutas de la entidad presidida por Santiago Bausili experimentaron un retroceso US$ 1.462 millones y quebraron el umbral de los US$ 27.000 millones para cerrar en US$ 26.626 millones, el menor nivel desde septiembre de 2024.
La posición vendedora del Banco Central se produce pese a que el equipo económico implementó una reducción temporal de las retenciones de granos y derivados. La medida, anunciada con bombos y platillos por el ministro de Economía Luis Caputo, pretendía estimular la liquidación de los agrodólares que, en los últimos días, se redujeron de forma considerable.
Al mismo tiempo, fuentes del sector financiero atribuyen la incapacidad del Central para volver al sendero comprador a un cambio en las expectativas de exportadores e importadores. Por lo bajo, experimentados operadores de mercado deslizan que las declaraciones televisivas de Caputo sobre el acuerdo con el FMI agravaron las turbulencias de los últimos días.
Durante una entrevista con el periodista Antonio Laje en la señal de noticias A24, el titular del Palacio de Hacienda reveló que el monto del préstamo del organismo internacional todavía no está definido. «El monto lo define el Directorio cuando se reúna«, sumó, aunque evitó dar precisiones respecto a cuándo tendría lugar el encuentro. De acuerdo a la agencia de noticias Bloomberg, el board del prestamista de última instancia mantendrá un cónclave con los miembros del staff para analizar un crédito por US$ 20.000 millones para la Argentina.
Las dudas del mercado respecto al FMI
Más allá de los pormenores del cónclave de la entidad, la falta de certezas del jefe de la cartera económica en relación con la cifra y el esquema cambiario que se aplicará post pacto con el FMI introdujo ruido en la cotización de los dólares financieros y libre y la brecha cambiaria escaló a 20%.
La principal hipótesis de economistas y consultoras es que los grandes inversores que estaban «haciendo tasa» en pesos por la diferencia con la pauta devaluatoria de 1% mensual. En otras palabras, la tasa en moneda nacional pagaba por encima del billete verde.
Sin embargo, esa lógica empezó a resquebrajarse y los inversionistas cerraron posiciones en pesos y dolarizaron carteras ante un eventual salto del tipo de cambio. Lo mismo ocurrió en el mercado cambiario, donde los exportadores postergaron la liquidación de divisas mientras que los importadores adelantaron compras.
En tal sentido, el analista de Grupo IEB, Nicolás Cappella, atribuyó las ventas masivas de la autoridad monetaria «a la misma dinámica de exportadores corridos ante la incertidumbre y el lado de los compradores tiene importadores y ahora se le podrían haber sumado bancos pagando para cerrar carry trade y cancelación de prefinanciación de exportaciones».
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Cómo sigue la situación del mercado cambiario
Desde GMA Capital destacaron que un puñado de factores aguaron la fiesta del carry: «la incertidumbre sobre el acuerdo con el FMI, las dudas sobre el nuevo programa económico y una entrevista del ministro de Economía en TV que dejó sabor a poco».
«Este combo llevó a una recalibración de expectativas, y el mercado decidió darse la vuelta y salir a cubrirse. Así, con variaciones en futuros de dólar que llegaron hasta 5% el martes y bonos Dollar linked que subieron hasta 3,6%, los precios empezaron a descontar un salto en la cotización oficial», determinaron.
Por su parte, los economistas de LCG expresaron que el nivel de turbulencia del martes y miércoles parece haber amainado, pero aun así deja indicadores de riesgo distintos a los de una semana atrás, como las variaciones del mercado de dólar futuro.
«La tasa de devaluación implícita en el ROFEX quedó muy por encima de la tasa en pesos (bancaria y de Lecaps) generando todavía incentivos al desarme del carry, algo que venía alimentado las compras del BCRA. De mantenerse (algo que vemos probable) es de esperar que la presión al BCRA en MULC vaya en aumento. En efecto en las últimas 6 jornadas vendió US$ 1.200 millones, magnitudes concentradas que no se veían desde agosto 2019«, subrayaron.
Bajo la perspectiva de los analistas, sin los incentivos a mantener posiciones en pesos por un mayor riesgo cambiario, la baja de retenciones «se vuelve un premio menor y los exportadores empiezan a retacear las liquidaciones«. En efecto, desde el viernes de la semana pasada las ventas en el mercado cambiario promediaron US$ 80 millones por día, 25% menos que a principios de marzo.
MFN CP